martes, 24 de febrero de 2009

Cartas a la Basura: egocentrismo

Con esta carta tiro parte de mi egocentrismo, en el sentido etimológico de la palabra: oséase, que hoy he decidido descentrarme de mi mundo para rondar por el de los demás poniendo un poquito de lo mejor que tengo.

He empezado suave. Ya de par de mañana he dejado de atender en filosofía para grabar en el nuevo móvil de un amigo contactos, contactos y contactos... (Me gusta la filosofía, creedme, pero esa clase no me aportaba mucho más que una lucha entre yo y mis párpados).
En el recreo, para no variar, he dedicado parte de mis monedas a satisfacer los antojos de otros (con mucho gusto, no digo que no).

Y llega la tarde: me he pasado casi dos horas dando clases de armonía-análisis de manera altruista a un compi del conservatorio. Tarde totalmente bloqueada para mis intereses, por tanto.

Y llega la tarde-noche: me siento al piano y durante hora y pico disfruto componiendo voces y orquesta para una obra de teatro a petición de mi hermana.
Más tarde he dedicado unos 40 minutos a numerar, ordenar y organizar TODOS los apuntes de historia de la 2º evaluación de un compañero de clase, cuyo mayor agradecimiento suele ser alguna proposición indecente en tono cómico (espero sinceramente que esta vez sea diferente).

Y llega la noche: como todos los días, me dispongo a pasar un buen rato (nunca se sabe hasta cuándo...^^) teniendo una agradable conversación con alguien que me hace ver que todo esto que os estoy contando tiene sus recompensas.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Diario de un soplo de aire fresco

Esta ha sido una ocasión en la que uno se alegra de ser lo que es. Aunque él había salido ya a la calle a buscarme artificialmente entre el agobio y la frustración, no se esperaba que fuera ahora cuando llegara yo; ahora, durante ese pequeño respiro.

He conseguido apagar las velas que, lejos de iluminar, le cegaban. El humo que han dejado dibujaba las formas del pasado, pero la vista del presente es mucho más optimista que ese volátil gris. Ahora los colores aceleran su corazón sin razón aparente.

Por un respiro en su vida me he conseguido colar. Y tras de mi mil y un suspiros.

sábado, 7 de febrero de 2009

Queridos exámenes...

Estando en tu cuarto todo es diferente. Te sientas obligado por las horas sin disfrutar de ningún paisaje. Ves el flexo reclinándose como el hacha del verdugo. Sientes un dolor de cabeza que no te sirve de excusa ni para compadecerte de ti mismo. Luchas por no pensar en cómo era tu cuarto cuando aún no se asomaban los exámenes por el marco de la puerta.

Pero de repente es otro quien llama a la puerta. Ahora te sientas en un banco obligando a las horas a detenerse; haces que la luz no ilumine más que tu cara; te compadeces por el dolor de cabeza, que esta vez no puede ni contigo ni con el momento; vences a la imagen de los exámenes transformándola en algo que... ya sucederá.
Nunca has estado más agradecido a alguien por llamar a tu puerta. Es en esos momentos cuando ves que si realmente te importa ese alguien, el camino de los exámenes por el que todos pasamos se hace un poco más corto y con menos curvas.

Espero ser de vez en cuando quien llame a vuestras puertas y os saque una sonrisa o un suspiro de alivio al leer mis humildes líneas.
Muchos ánimos para lo que queda : )