domingo, 5 de abril de 2009

Diario de una soñadora despierta

En mi rato de siesta, tras una leve cabezadita, me despierta algo en la cabeza.
Entonces decido pasar el tiempo que me queda hasta que la alarma suene pensando o, mejor dicho, soñando despierta.
No puedo evitar dibujar una sonrisa que casi se ve más en mis ojos que en mi boca al pensar en un plan contigo.

Cuando las ocasiones son pocas, los momentos son preciados. Y cuando los momentos son preciados los recuerdos preciosos.

Por eso internamente estoy dibujando con mucha delicadeza y optimismo un paisaje en el que envolvernos. Ya está, lo tengo en mente. Sé que tu también lo tienes, y eso hace que mis ojos sonrían aún más. Funden su verde, su azul y su brillo para pintar el cielo sobre nuestras cabezas. Los tuyos lo hacen de noche.

Siento tu tacto y me infunde tranquilidad, seguridad.
Siento tu risa y esta vez mis labios sonríen con ella.
Siento el sueño al que nos llevan nuestras palabras a lo largo de la noche y mis ojos se cierran.
Te siento; y te echo de menos.

3 comentarios:

Jaco dijo...

Me acuerdo que hace mucho tiempo, cuando todavía me importaba no madrugar, me preparaba la alarma diez minutos antes de la hora para quedarme en la cama y soñar.

Muchas veces alimentamos nuestros días de sueños, creo que es bueno mientras nos haga sonreír.

Dani dijo...

¡Eo! Siento ser el aguafiestas realista de los cojones, pero a veces es saludable que me escuches. Distingues perfectamente entre sueño y realidad, ¿no? No esperaba menos de ti ^^

A seguir soñando. (¿Qué? Yo también lo hago.)

Miguel dijo...

me suena de algo... nose es como si ya lo hubiese leido en algun lao... aun asi muy bonito